Friday, December 08, 2006

Como se extraña a Regina!



Por Astrid Castedo Smit

Diciembre 2005


“Como se extraña a Regina” es una frase que muchos de nosotros decimos o pensamos muy a menudo. Se extrañan sus llamadas diarias, su bondad, su compasión, su sentido común, su habilidad de arreglar cualquier cosa y resolver cualquier problema. Martini y Paloma nunca sabrán que extrañan sus panquecitos con chocolate caliente y las cosas lindas que le hubiera hecho a Paloma. Pero sobre todo, se extraña su cariño.

Todos la recordamos de distinta forma pero a Miriam Ferrer se le ocurrió recordarla…haciendo! Y por dos años consecutivos, Miriam y yo hemos visitado el segundo hogar de Regina, su North Shore, para repartir frazaditas, medias y gorritos, tejidos por Miriam, para los bebes del NICU.

Esto fué una tradición que comenzó Regina cuando alli trabajaba, “para que en la Navidad los bebitos se fueran a sus hogares envueltos en algo especial”

Wednesday, November 29, 2006

Abuelo Damián











Por Gabriel Damián Pinilla


23 Diciembre 2005


Las memorias de mi niñez son pocas. No es decir que me faltara vivir momentos de alegría o reconocimiento de eventos importantes, pero siempre se me han escapado muchos detalles. Tal vez sea que siempre estuve en modo hiperactivo, y correteando a velocidades que han afectado mi habilidad de recordar las cosas con definición. Pero unas cosas si son claras, aunque a esas cosas también le faltan ciertos detalles. Y todavía otras partes de esas mismas memorias vienen de las historias que me han contado a travez de los años, sobre eventos de los cuales no hubiera podido formular ninguna memoria personal. Con esta pequeña contribución al libro de relatos, quisiera yo empezar algo que no puedo completar por falta de algunos detalles históricos. Pero este inicio se los regalo a todos ustedes, para que lo tomen como un pequeño primer capítulo, o tan si quiera un medio capítulo. Ya se que solo conozco pedazos de nuestras historias, y por eso les pido a ustedes que me ayuden a llenar los detalles. De esas cosas claras, la imagen de mi Abuelo Damián está indiscutiblemente fijada. La historia de Abuelo Damián, para mi, siempre fue un ejemplo del triunfo. Triunfo de un espíritu amable y compasivo. Triunfo de una fe en el valor del trabajo y la determinación. Triunfo en un sentido de honor y respeto a todas las personas. Y, más que nada, en el triunfo de la familia, la fuerza, y la lealtad. Dicho sencillamente, el triunfo de un ser humano verdaderamente bueno. Creo que todos nosotros, menos la ultima generación, conocemos la historia de Abuelo Damián. Y puede ser que esa historia se parezca mucho a los cuentos de una pluralidad de personas del mundo, y, por su puesto, de aquí de Miami. Pero también sabemos que tan especial fue Abuelo Damián, y por esa razón, el ejemplo de su vida no pierde ninguna de su importancia.

Nacido en 1912, en un pequeño pueblo de España que se llama Pobladura de Sotiedra,
rodeado por campos de trigo, Damián probablemente vivió una niñez típica para ese lugar y aquellos tiempos. Pero su vida a partir de más o menos los 15 años tomaría un camino distinto. En ese tiempo, educado a penas hasta el octavo grado, Damián sintió que el pueblo era un mundo limitado, y, deseando buscar fortunas y aventuras más grandes, aceptó la invitación de un tío a cruzar el mar. Al fin, Damián se encontró en La Habana, Cuba, donde comenzó a trabajar en la ferretería del tío, quien prometió alojar a Damián en la tienda, y pagarle un pequeño sueldo para que aprendiera el negocio y le ayudara en cualquier manera.

El tiempo pasó, y con su curiosidad y afinidad natural con las personas, Damián empezó a entender el negocio de ferretería, ayudando mas y mas, y cada día aprendiendo mas y mas. Alrededor de los años ‘50, ya tenia una familia preciosa y un trabajo exitoso - ya se había convertido en dueño, y alcanzado el puesto de Vice Presidente de una de las mas
grandes Ferreterías en Cuba, Feito y Cabezón. Y con el éxito de sus esfuerzos, Damián intento compartir con su familia las cosas buenas del mundo. Para Damián, una de las cosas mas importantes de esa categoría era la experiencia de viajar, específicamente a España, su Madre Patria. La familia viajo por 6 meses recorriendo todo el país, y conociendo íntimamente al pueblo de Damián, donde pasaron varios veranos, y donde nuestra familia todavía visita para saborear algo de nuestro pasado noble y sencillo.

Pero estos momentos ricos y llenos de seguridad no fueron para siempre. Todo en Cuba se convirtió en una pesadilla con la revolución del Primer día de Enero de 1959. La fortuna y la estabilidad, por las cuales Damián había trabajado tan duro, pronto desaparecieron. Damián, Antonia, Alberto, y Tere (todavía muy jóvenes los dos), con la ayuda de familiares y amigos, salieron de Cuba en 1961, y buscaron como vivir por los próximos años tan duros.
(Punto de información: La historia de como salieron de Cuba merece bastante mas detalle, a ver quien se apunta a relatarlo). Después de saltar por islas del Caribe y un tiempo en la Florida, los cuatro se encontraron en Puerto Rico, donde Damián consiguió la ayuda de un amigo, quien les dio donde vivir, y a Damián, un trabajo como ferretero. Damián convirtió la ferretería Roses en una de las más reconocidas en Puerto Rico, Desarrollando el negocio principalmente con su destreza y pericia en procurar piezas industriales especializadas. Particularmente, Damián fué reconocido en la industria por haber encontrado piezas esenciales para la construcción de el famoso radar de Arecibo, siendo clave su habilidad de obteneren Europa mecanismos muy difíciles procurar.

Después de muchos años en Arecibo, Damián, Antonia, y Tere al fin se mudaron a Miami para reunirse con el resto de la familia. Damián ahora dedicó su tiempo a ser un Abuelo dulce y ejemplar, ayudando a Martini y a Gabriel con muchas tareas, entre ellas enseñándonos todas las herramientas, y como se usaban; como encender y respetar una fogata; y, con su ejemplo, las virtudes de la educación, la amabilidad, el respeto a las personas, y la bendición que representa una familia unida.

En sus últimos años, Damián dejó el mundo de trabajo, de sacrificio, y de lucha. Nunca se encontraba sin una sonrisa en su rostro, y regresó a las memorias de su juventud y su niñez, hablando siempre de Pobladura, y viendo al mundo con la sencilla felicidad de un buda o de un santo.


En Memoria de Damian Pinilla Carmona. Agradezco mucho la ayuda de Astrid y de mi Padre en perfecionar el texto, y a mi Abuela Antonia y a Tia Tere por prestar tan buenas fotos.

Alejandro Saún Alcoberro



Por Mirita y Nina Saún

Diciembre 2005


Gracias Astrid por pedirnos detalles de Papá para este libro

Nació el 10 de Febrero de 1900 en Gandesa, Tarragona, Cataluña y a los tres años de edad, sus padres y tres hermanos se mudaron a Barcelona y ahí creció y se hizo futbolista. A los 17 años, evadiendo el servicio militar obligatorio (la mili), emigró a Cuba, desembarcando en Santiago de Cuba. Allí se especializó en la fabricacion de calzado, cuyo aprendizaje comenzó en Sitges (Barcelona). Años después se trasladó a La Habana y allí conoció a Mamá, Tia Sole para toda la familia, y se casaron.

A pesar de que sus padres no profesaban religión alguna, la condición que Mamá le puso era que tenía que casarse por la Iglesia Católica, y esto requería Bautizo, Comunión y Matrimonio. Aunque algo reacio, accedió a esta petición de Mamá y aunque nunca fué un católico practicante, siempre respetó las normas cristianas de la familia. Fué padrino de bautizo de Miriam Ferrer (hoy Trespalacios).

En Navidad recordamos cuando siendo pequeñas, el día de Nochebuena, antes de la cena, nos llevaba a visitar a amigos necesitados para llevarles su aguinaldo, entre ellos a “Abuela Josefa”, una ancianita de casi 100 años que nos vió nacer a todas. Fué benefactor del Asilo de Ancianos Santovenia atendidos por monjitas de la Caridad.

Papá fué quien nos inculcó el amor por las artes. Perteneciamos a la Filarmonica, el Ballet, Opera y Teatro. De niño, perteneció a la “claque” del Liceo de Barcelona y alli fué donde se hizo aficionado de la Opera, su favorita.

Como persona, fué un padre ejemplar y cariñoso, y fué tan querido por toda la familia, que todavía los sobrinos y los hijos de los sobrinos que lo conocieron, lo recuerdan con gratos detalles de amor y cariño. Nunca escatimó tiempo para complacerlos, lo mismo los llevaba a jugar a un parque , que los recogía porque querían ir al Malecón de la Habana por la noche a ver los anuncios lumínicos que eran como obras de arte – pregúntenles a Alberto y Tere. Cuando a Regina se le presentaron los dolores de parto, fué a Tio Alejandro a quien llamaron para llevarla a la clínica y fué Tio Alejandro quien las regresó a la casa ya con Astrid.

En la parte empresarial, fué “manager” de una importante fábrica de calzado y más tarde estableció su propio negocio de zapatos finos de niños. Por su extenso conocimiento y prestigio del giro, fué elegido presidente por varios periodos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Calzado de Cuba, con oficinas en la Manzana de Gómez en La Habana. Era una persona muy sociable y un gran amigo.

Desafortunadamente, a los 56 años, lleno de vida y Fortaleza, falleció a causa de cancer del pulmón. Su único vicio fué el cigarro. Que Dios lo tenga en la Gloria que tanto se ganó.

Gracias por publicar esto para las generaciones futuras. Mirita y Nina

Navidades en la Montaña



Por Graciela Casso Pinilla

Diciembre 2005

En 1991, acordamos ir a las montañas de Carolina del Norte para pasar las Navidades.

Llevábamos tres generaciones en una camioneta de 14 pasajeros. Antonia, Damián, Mirita, Nina, Tere, Alberto, Graciela, Martín, Gabriel, Jeff Schoenwetter y Ricky Vadia.

Contábamos con todas las maletas del mundo—para aprovechar la oportunidad de usar la ropa de invierno – guantes, bufandas, rebozos, gorras, abrigos y hasta ropa interior termal. Como íbamos a las montanas también llevábamos comida – por si acaso….

Alberto había rentado un chalet al lado de “Beech Mountain” Uno salía de la puerta de entrada y se podía deslizar con los esquís - eso si la persona sabia esquiar. Por supuesto la minoría de nuestro grupo caía en esta categoría.

El primer obstáculo del viaje fue acomodar las maletas. Rápidamente, los chicos se ganaron el titulo de los mejores porta maleteros del universo. Se estableció una regla de inmediato. Si tenias más de 15 años no tenías que cargar ni siquiera una maletita.

El segundo obstáculo era de sonido. Los cuatro porta maleteros (Martíni, Gabriel, Ricky & Jeff) querían escuchar música clásica (o algo parecido JA JA!) A ellos se les asigno el ultimo asiento del van. El chofer (Alberto) prefería conversar (algo que no le sorprendió a nadie) Los demas pasajeros se acomodaron entre los asientos delanteros y la ultima donde estaban los ya famosos cuatro porta maleteros.

El tercer obstáculo era determinar las paradas (para ir al baño, para comer, para llenar el tanque de gasolina). No se pudo establecer un reglamento perfecto pero decidimos parar cada vez que hubiera un apuro – de cualquier tipo. Funcionó bastante bien este sistema.

Salimos una hermosa mañana hacia Georgia. Pasamos unas horas por Savannah. Una ciudad bellísima típica del sur y famosa en la novela “Gone With the Wind.” La ciudad esta llena de parques - uno cada dos manzanas. Allí visitamos la casa de Juliette Gordon Lowe- la fundadora del movimiento de las “Girls Scouts.” Después fuimos a un restaurante fantástico donde comimos el mejor pollo frito sureño y puré de papas con "gravy." Ya con el estomago contento, partimos hacia Charleston, South Carolina.

Nuestro hotel era hermoso y estaba adornado completamente con motivos navideños. Allí se habían hospedado muchos presidentes. En el vestíbulo servían en unas enormes poncheras de plata un sabrosísimo “Egg Nog” y galletas de navidad. Allí pasamos un rato lindo y luego salimos a cenar y después a la catedral a la misa de gallo (Midnight Mass) mas larga y aburrida de toda la vida. Todo mundo estaba cabeceando o durmiendo menos Jeff - el único judío en nuestro grupo.

El día siguiente después de una excursión de la ciudad seguimos nuestro viaje. El frió iba aumentando. Como a las 4 de la tarde, Alberto anuncio que en una hora- más o menos -llegaríamos a nuestra casa de la montaña. A las cinco, Alberto anuncio que en una hora estaríamos en Beech Mountain. A las 5:30 nos envolvió una neblina increíble. A las 6, Alberto anuncio que pensaba que en una hora llegaríamos a Beech Mountain. A las 7, Alberto anuncio que pronto llegaríamos a Beech Mountain. La neblina seguía. La carretera era curva tras curva y subiendo la montaña. A las 8, Alberto anuncio que en menos de una hora llegaríamos a Beech Mountain. Alas 9 Alberto anuncio que ya estabamos muy cerca de nuestro destino. A las 9:30 PM, los 11 pasajeros estábamos muy calladitos y súper pendiente de la carretera, el frió, la neblina, las curvas de la carretera y todas los señales. Alguien empezó a rezar y pronto todos estábamos rezando. A las 10:30 Alberto anuncio que pensaba que pronto llegaríamos y de repente- vimos la señal de “Beech Mountain.” Aleluya! Aleluya! Todos contentos y felices llegamos a nuestra casa en las montanas.

Los cuatro porta maleteros bajaron las maletas en dos minutos y se fueron a ver las pistas de nieve que las alumbraban de noche. Los demás estábamos maravillados contemplando la belleza de la nieve, la luna, la casa! Mirita anuncio que prepararía unas ricas lentejas. Así empezó la mejor parte de las vacaciones.

Pasamos muy felices y contentos. No aprendimos a esquiar--- pero disfrutamos todas las tienditas de la zona, mucha comida sabrosa y la oportunidad de ver a los chicos jugar en la nieve desde temprano por la mañana hasta que cerraban las pistas. Fueron unas navidades inolvidables y fantásticas.

Tuesday, November 28, 2006

Yaya’s Birthday



By Annette Trespalacios Quade

December 2005

In January 2005, we celebrated the 90th birthday of a wonderful lady Clotilde
Espina Ferrer (Yaya) with family and friends. From the food to the dancing, the
party was great. In her ninety years, she has seen a multitude of changes in the
world and within the family. One thing that has not changed is her absolute love
of the people in her life. Gathered around in this room, seeing all of your
happy faces, gives her joy without compare. There are now children,
grandchildren and great-grandchildren. Her great-grandchildren are always amazed to hear that there was no TV when Yaya was born!!!! From her delicious frijoles negros, to her sewing, to her always asking, "¿No tienes nada para doblar?, Yaya is a great grandmother!

Mi Familia

Por Miriam Trespalacios

Diciembre 2005

Mi abuelo, Rodrigo Espina salio de España para Cuba alrededor del año 1905 cuando la guerra de Melilla, Marruecos. Estudió en Cuba y se graduó de enfermero con medalla de oro. El siempre le decia a mi madre, Clotilde Espina que no seguia estudiando para graduarse de medico debido a que ya era mayor y tenia obligaciones familiares, no dejandole tiempo para estudios. Trabajó como enfermero en la quinta Covadonga y para la Textilera de Ariguanabo en Bauta. Murió a consecuencia de heridas sufridas en un accidente de automovil.

Abuelo conoció a mi abuela Joaquina Fernandez quien tambien habia llegado a Cuba a principios del siglo XX. Abuelo y abuela fueron despues, poco a poco trayendo de España a todas las hermanas de abuela. Tia Maria y tia Sole llegaron a Cuba alrededor de la guerra mundial en el año 1918 y tia Mercedes en el año 1928 y despues tia Carmen y Mayita, nuestra bisabuela.

Todas vivieron con mis abuelos hasta que se casaron y abuelo pues les encontraba trabajo a todas. Se casaban en casa de abuelo y abuela. Alli preparaban un altar con una virgen La Milagrosa, la cual aun se encuentra en nuestra casa en Cuba.

Tengo entendido que la casa de mis abuelos le llamaban la embajada española, pues sus amigos llegaban a Cuba y se quedaban en su casa. El les conseguia trabajo y los encaminaba. Me imagino el trabajo que tendria mi abuela Joaquina!


Tambien hay un anecdota que abuela no habia estudiado ingles, pero mis tios Rodrigo y Ramon si, entonces cuando no querian que abuela supiera lo que hablaban, se comunicaban en ingles entre ellos. Un dia pues hablaban que iban a fumar un cigarillo. Abuela lo prohibia y aunque ella no entendió lo que decian, se lo imagino y les dijo: "No se les ocurra ir a fumar." Se imaginarán el susto que se llevaron.


De Annette tengo un anecdota muy simpatica aunque es debido a una situacion triste.

Cuando tia Maria murio, a quien Annette y Fernandito querian mucho, yo no sabia como decirselo a los niños. Ellos estaban sentados en un sofa verde que yo tenia en el Florida Room de la casa y yo empiezo a explicarles que tia Maria estaba en el cielo con los angelitos, etc. Annette, que era bien pequeña, me mira y me dice: "Si mama, pero para ir al cielo hay que morirse primero." Me sorprendió tanto que solo contesté: “Muy bien, sigan jugando.”


A Fernandito siempre que le preguntaban "Fernandito qué tu eres, cubano o Americano?", el respondía “Yo soy Fernando Trespalacios”.

Joaquina y Rodrigo


Por Carmelo Ferrer

Diciembre 2005


Quiénes son ellos, nada menos que mis abuelos….Se conocieron en Cuba, mi abuelo habia llegado de España de polizón en un barco. Pasados los años conoció a mi abuela Joaquina y se casaron. De esa bella union nacieron Clotilde, Rodrigo, y Ramon. Clotilde se caso con Carmelo y de esa unión nacimos mi hermana Miriam y yo. A mi abuela la recuerdo como una gran cocinera, pues las croquetas y la carne asada que cocinaba, era lo mejor del mundo, también tenía un corazón de oro y rezaba por toda la familia diariamente. Mi abuelo era enfermero, muy dedicado a su profesión y ayudaba a todo el mundo.

Tenia yo 6 años cuando mi hermana nació, bastante delicada de salud, mis padres me enviaron con mis abuelos que vivian en el cayo La Rosa, tenía ese nombre porque era un brazo de tierra rodeado por la Laguna de Ariguanabo. Estaba localizado en la zona de Bauta, provincia de la Habana.

Estando alli, pasó el ciclón de 1944, ellos no quisieron irse de la casa y cuando vinimos a ver la casa estaba llena de personas vecinas que conocían a mis abuelos. La casa era de madera, bien construída y todos se sentian bien protegidos y consolados por ellos, que eran muy queridos en la zona. Pasé una noche sin dormir sintiendo muchos ruidos, las mujeres gritando, algo para nunca olvidar.

Mis padres estaban en la Habana ocupados con mi hermana que estaba recluída en la Quinta Dependientes en estado muy grave, con infección en los dos pulmones. Debido a los cuidados del buen Dr. Alvaro Silva, y a la nueva droga maravillosa llamada Penicilina, mi hermana se salvó. La Penicilina era muy difícil de conseguir en aquellos tiempos; pero mi padre contra viento y marea consiguió toda la cantidad necesaria para salvar a mi hermana.

Debido a las lluvias traídas por el ciclón, la laguna se desbordó y quedó todo inundado sin poder salir ni entrar por tierra. Dos semanas después mi abuelo me pudo llevar a la Habana cuando las aguas bajaron y me pude reunir de nuevo con mis padres y mi hermana ya recuperada, lo cual me dió mucha alegría.

Saturday, November 25, 2006

El Club Ferretero



Por Marc Andries Smit

Diciembre 2003

Años atras, durante las fiestas Navideñas, Damian, Antonia y Tere venian a Miami de Puerto Rico para estar con la familia. Yo, como costumbre era el “botón” que me encargaba de las “pocas maletas” de los viajeros durante su estancia en el “Hotel Pinilla” en Chapman Field. Coincidentemente, durante esa época yo trabajaba de representante de una compañia de acero. Damian y yo nos pusimos a hablar del acero, las vigas, angulares, canales y planchas, sus precios y pesos y del Club Ferretero en La Habana y sus miembros, Feito y Cabezon, Mauricio Gonzalez, Solares, Ramon Lorido etc. etc. Como yo estaba en “la calle” de representante, un dia recogí a Damian y nos fuimos a visitar a algunos de Los Ferreteros o sus hijos, Ramon Lorido, en Gulfstream Steel, Mauricio Gonzalez en Magon Lumber, Solares y otros mas. Damian, siempre feliz, recordándose y contándome de aquellos tiempos antes del engaño de la revolucion.

Una tarde cuando fuimos a almorzar a Victoria Station el la calle 36 del N.W., nos sentamos y de pronto me empezó a hablar de su familia. La familia ejemplar, siempre unida, con amor hacia todos; no cabia duda alguna que la familia para Damian era sobre todo, lo mas importante para el. Continuó con su relato de “Que aunque a veces hallan habido diferencias de opiniones politicas o pequeñas riñas, siempre nos hemos querido y siempre estamos unidos!” Tambien me indicó, en su manera directa que “Jamás hemos tenido ningún divorcio en nuestra familia”. Claro, Astrid y yo todavia no nos habiamos casado, pero me di cuenta por donde venía. De pronto me dijo, “Pues yo se que tu eres un buen muchacho y serás un orgullo para nuestra familia.” Ese dia no solamente me sentí como si ya fuera miembro de El Club Ferretero, pero tambien miembro de su familia.

El Juego


Por Marc Andries Smit

Diciembre 2003


En la neblina del tiempo siempre filtra la luz de los recuerdos profundos.

Yo acababa de conocer la familia como recién novio de Astrid. Conocí a casi todos en Noviembre de 1974, cuando el accidente de automovil de Regina y Astrid, el cual coincidió con la boda de Alberto y Graciela. En el hospital, Damian con su genuina inocencia me insistía en saber si yo podia caminar bien con mi pierna artificial y Antonia, molesta por su curiosidad innata, le decia… “Damian Pinilla!!!” Tambien conocí a “las primitas” de Astrid, Mirita y Nina con mi reacción nerviosa de “Tan vieja!” que por suerte cayó en los oidos de Mirita, pues si hubiese sido Nina, probablemente hoy estuviera fastidiando a otra familia.

Pero tambien ese comienzo con esta familia fue dificil. En 1975 Maria, la abuela de Astrid se estaba muriendo. La familia como es normal estaba en un estado muy ansioso. Finalmente una tarde Maria falleció…. Se acordó no decirle nada a Belarmino hasta que se pudiera decidir como. En la noche, fuimos al apartamento donde Belarmino y Maria estaban viviendo (cerca del apartamento de Regina y Astrid), y todos estaban en la sala hablando sobre esta situación, y a mi me tocó “entretener” a Belarmino con un juego de domino. Belarmino y yo empezamos el primer partido. Astrid me habia advertido que no le dijera nada y que a su abuelo no le gustaba perder. Claro, yo jugue para perder, pero gané. “Abuelo” no dijo nada, solamente, “¿Vamos a jugar otro?” Yo respondí “Si”. En el segundo partido me empezó a contar como cuando se bajó del barco en la Habana, de joven, le hicieron trampa y perdió su poco dinero. Pensé que se imaginaba que yo estaba haciendo trampa. Yo seguia tratando de perder, pero gane de nuevo. Me miró con sus ojos gris azulosos y boca firme y me pregunto “¿Otro mas?” y yo dije con inseguridad “Si”. Me di cuenta que yo estaba ganando, porque el no estaba concentrado en el juego, sino estaba tratando de oir lo que se conversaba en la sala. Durante el tercer juego solamente se oía los murmullos de la familia y el sonido de las fichas en la mesa. Belarmino me miró firmemente, y me preguntó, “¿Esta muy mal?” Yo le dije “Si”. Continuamos jugando, cuando de pronto me preguntó, “¿Se murió?” Lo miré y le dije “Si”. Me miró con su mirada fija y bondadosa, me dijo “Gracias” Puso su última ficha. Ya el juego terminó; perdimos los dos.

Unas Navidades Inolvidables


Por Mirita Saún

Diciembre 2003

Era yo una niña muy pequeña y estaba en Barcelona con mi inolvidable madre y mi queridísima hermana, pasando una temporada con mis tías y abuelos paternos y coincidió que en esos momentos nos tocó recibir al Niño Dios. Claro no existía Santa Claus por aquellos tiempos, pero unos días después, el 6 de Enero, día de Reyes Magos empezó una verdadera magia para nosotros. Mis tías se volvieron locas con sus sorpresas. Empezó la cosa cuando, después de escribir una carta a los Reyes, pidiéndoles lo que queríamos recibir. Fuimos a Jorva, una tienda preciosa donde tenían a Melchor, Gaspar y Baltasar sentados como en un trono a los cuales le entregabas las cartas y te daban caramelos. Había que besarle un anillo muy grande que tenian y Nina en su nerviosismo escogió a Baltasar, el negro. Después de mucho machacar para que nos acostáramos para poder recibir a los Reyes, a la madrugada mamá nos despierta y nos abriga bien, pues ese día estaba nevando y nos sacó al balcón. No pueden imaginarse ese espectáculo. Era un desfile de carrozas, camellos y los tres Reyes Magos encabezando el desfile. Todo eso observándolo desde un sexto piso en las calles Milá y Fontanals, unas vías grandes y preciosas. Al menos a los ojos de nosotras. Al día siguiente no se podía caminar en la casa de tantos juguetes que había. Fué tanto el impacto que esa impresión causó en nosotras que yo era una zangaletona y creía en Reyes Magos. Ojalá todos los niños pudieran recibir el regalo que nosotras recibimos, sobre todo en estos días que nos toca vivir!!!

Los Momentos Impactantes de mi Vida


Por Nina Saún

Mi historia es triste y alegre. Triste porque el día 9 de Enero de 1961 Mamá, Mana y yo tuvimos que salir de Cuba, abandonando casa y familia para comenzar una nueva vida en un país extraño, con costumbres distintas y lo que es mas triste, sin recursos economicos y sin familia. Asi llegamos a Miami. Tendria material para escribir un libro de todas las vicisitudes transcurridas en estos 43 años de exilio; buscar trabajo cuando aquí exigían residencia legal o ciudadania, cuando lo que teniamos era visa de turista. Al fin encuentro un trabajo en un laboratorio en Hialeah donde recibia un salario semanal de $45.00 y hacia donde me trasladaba en omnibus. Asi pasaron 4 años. Pase por 3 o 4 empleos diferentes (afortundammente siempre de secretaria), hasta llegar a ser secretaria legal de uno de los mejores abogados de esta ciudad y hoy en dia, gracias a esos sacrificios he podido disfrutar de un retiro cómodo. La parte alegre de este relato fue cuando empezó a llegar a Miami la familia que habiamos dejado atras. Unos directamente, otros por Jamaica, otros por España, etc. y aunque esto implicó mucho sacrificio, a medida que llegaba cada uno de ellos, todo ese sacrificio tuvo su recompensa pues hoy en dia somos una gran familia unida con las mismos principios morales que nos enseñaron nuestros antepasados. ¡Que Dios bendiga siempre a nuestra familia !!!!

Tío Celestino


Por Carmelo Ferrer

Diciembre 2003


Quiero relatar un momento de alegría que experimentó nuestra familia en Cuba. Este incidente ocurrió por el año 1948 ó 1949 y se refiere a la llegada a Cuba de nuestro tío Celestino Rodríguez, nacido en la Coruña, España. Celestino estaba casado con tía Mercedes y como todos sabemos eran los padres de Merceditas, los tres vivían en España cuando estalló la Guerra Civil Española. Desgraciadamente tuvieron que separarse a consecuencia del conflicto bélico.

Celestino fue a la Guerra y tía Mercedes y Mercy tuvieron que huír de España hacia Francia cruzando la frontera. En Francia estuvieron internadas en un campo de refugiados donde fueron bien tratadas de acuerdo con lo que me contó la tía.
Después de un tiempo y gracias a las gestiones de la familia, las dos lograron llegar a Cuba.

Cuando terminó la sangrienta Guerra, tío Celestino fue encarcelado por unos años como prisionero de Guerra, hasta que logró su libertad debido a que el Gobierno de Francisco Franco concedió una amnistía general.

En esos momentos el Tío sufría de anemia perniciosa, una enfermedad muy difícil de curar en aquellos tiempo. Tío Alejandro, tío Belarmino, Abuelo Rodrigo, Damian y otros contribuyeron para lograr reunirlo con su esposa e hija en Cuba.

Nuestro Tío llegó a Cuba en el Trasatlántico “Marqués de Comillas”; un barco con una larga historia heróica de 1928 a 1962, año en que fué vendido por chatarra.

El día de su llegada a Cuba, la familia se puso de acuerdo y casi todos fuímos al Puerto de la Habana a recibirlo y darle la bienvenida. El barco por su gran tamaño no pudo atracar al muelle, y fué anclado en medio de la bahía.

Tío Alejandro alquiló una lancha de pasajeros que nos llevó hasta donde estaba anclado el barco. Estando allí, el dueño de la lancha nos preguntó el nombre del pasajero y al decirle el nombre, él gritó…. “CELESTINO RODRIGUEZ” y el Tío que estaba recostado a la baranda de cubierta gritó…..!AQUI!, levantando el brazo en señal de saludo.


La primera en reaccionar fué tía Mercedes que gritó….!HOLA TINO, COMO ESTAS! llorando y comentado en voz baja……….”que flaco esta, el pobre”. El resto de nosotros lo fuímos saludando uno a uno, presentándonos y gritando nuestros nombres.

Fué un día de muchas emociones y alegrías para la familia.

El tío se recuperó de su enfermedad y vivió muchos años en Cuba. En el año 1962 abandonaron Cuba y vinieron para Miami, donde estuvieron viviendo con nosotros en un apartamento en la pequeña Habana. Meses después se mudaron para Puerto Rico donde falleció recientemente a la edad de 99 años.

Este escrito lo dedico en memoria de él y de tía Mercedes a los que recuerdo siempre con mucho cariño…….

Viaje Afortunado




por Tere Pinilla

Diciembre 2003

Corría el año 1886, el 25 de febrero en un pueblecito llamado Castro de la Lomba, enclavado en las montañas de la Provincia de León en España, nació uno de los Pilares de nuestra familia, Belarmino Martinez Alvarez. Sus padres Manuel Martinez y Antonia Alvarez tuvieron siete hijos: Manuel, Trinidad, Aniana, Belarmino, Basilisa, Maria Manuela y Constantino.

Su infancia transcurrió en su pueblo natal, haciendo trabajos de campo, cuidando ovejas, soñando con un mundo mejor… Teniendo dos hermanos en Argentina, decidió irse a buscar fortuna. Un buen día salió de su casa y se embarcó rumbo a America. Su destino, Buenos Aires. Cuando el barco hizo su primera escala, preguntó que donde estaba. Le dijeron: “Esta es La Habana, Cuba” Se bajó del barco, caminó un poco por los alrededores, le gustó y se quedó. Era el año 1905, en ese año aún circulaba en Cuba la moneda española. Las pocas que el traía se las estafó una gitana.

Los primeros tiempos fueron duros, como para todo inmigrante cuando llega a un pais extraño. Aprendió el oficio de electricista y empezó a trabajar en la Quinta Covadonga, donde conoció a Rodrigo Espina, casado con Joaquina Fernandez. Con ellos vivía una simpática joven llamada María, la hermana de Joaquina, procedentes de Asturias, con la cual a los pocos años se casó, un 12 de junio de 1919. Procrearon una familia ejemplar. Tuvieron dos hijas, Antonia y Regina, las cuales se criaron rodeadas de amor.

El Bautizo de Martini





Por Graciela Casso Pinilla

Diciembre 2003


Cuando nació Martini, su Bisabuelo Belarmino tenia ya 91 años y vivia en Arecibo, Puerto Rico con Antonia, Damian y Tere. Martini nació el 4 de Marzo de 1976 en Houston Texas. Se preparó el bautizo y se fijó la fecha para el 9 de Julio de 1976.

Pero habia un grave problema, el Bisabuelo se negaba a viajar. Y, si el Bisabuelo no viajaba, entonces Antonia – la nueva Abuela – no podría ir al bautizo. Abuela Antonia ni podia dejar a su padre solo en Puerto Rico, ni quería perderse el Bautizo.

La solución vino del recién nacido. El Bebe le escribió una notita a su Bisabuelo invitándole al bautizo. El Bisabuelo se emocionó mucho al recibir la petición del bebe. Inmediatamente declaró que iria a Houston, ya que a un niñito no se le podia fallar. El Bisabuelo pronto le contestó por carta al pequeño Martini, asegurándole que estaría presente en el bautizo. Tambien, con su puño y letra, le mandó una cancioncita de cuna, de su infancia.

Cuando llegó a Houston se sorprendió mucho al ver que el niño pudiera haber escrito una cartita y sin embargo aún no hablaba…


Datos de Belarmino Martinez Alvarez
· Nació el 25 de Febrero de 1886 en Castro de la Lomba, Provincia de Leon, España
· Vivió gran parte de su vida en La Habana, Cuba, donde se casó con Maria Fernandez Alonso y creó una familia casi tan especial como él
· Murió el 9 de Octubre de 1976 en Arecibo, Puerto Rico

El Cake de Mamá


por Astrid Castedo Smit

Diciembre 2003



Despues de “producir” la presentación de Alberto LX, me pareció que seria una buena idea el recopilar unas cuantas recetas típicas de nuestras abuelas, pues las comidas siempre han sido el hilo que nos hilvana. En cada reunión familiar no nos puede faltar algo de comer y los cuerpos esbeltos de muchos de nosotros demuestran nuestra unidad! Desafortunadamente, a traves de los años esos platos típicos se estan dejando de reproducir y aunque sea en papel y en nuestras memorias tenemos que recordar la empanada de Tia Maria, el brazo gitano de Tia Sole, las croquetas de Tia Joaquina etc… pero estas tendrán que venir en próximos capitulos. En este, solamente transcribiré la receta del cake de abuela; ese cake que no podía faltar en todos nuestros cumpleaños y hasta en mi boda, hecho por Lucy Villalba con la receta de “El Cake de Mamá”. Esta, junto a otras, la encontré dentro de una lata de galletas que guardaba mi madre en su cocina. La idea de los relatos familiares me pareció que complementaba mi idea de las recetas, pero como nos faltan relatos y recetas, este será tan solo un borrador para el futuro “best-seller”

Me imagino que se preguntarán como es posible que yo, la que convenientemente se deshizo de la cocina en su casa, le interesen las recetas? Pues aunque practicamente solo sea un interes intelectual, Abuela me lo creó. Todas las tardes durante los veranos, mientras esperabamos que mi padre acabara de trabajar en la clinica dental de La Covadonga, y después de servirle a abuelo su café a los tres en punto, habia sentarse a ver La Cocina al Minuto. Abuela me obligaba a copiarle las recetas que daba Nitza Villapol, de cosas tan ridículas como “helado de cáscara de melón” aparentando que las faltas de alimentos no existían en la Cuba de los sesenta. A pesar que las recetas de esa mujer no servían, la pasion de Abuela por inventar comidas de la nada era tan contagiosa, que me llegó a desarrollar ese interés. Esa ingeniosidad de hacer “sirope de café” con azúcar y la borra después de una segunda colada; de colgar la unica cebolla que habia, dentro de una bolsita de tela para darle sabor a la sopa y después usar la misma cebolla en un sofrito; eso solamente se le ocurria a mi abuela…Sea este un pequeño tributo a su imaginación y su talento…

1 taza de mantequilla
2 tazas de azucar
4 huevos
1 taza de leche
1 cda. de vainilla
3 tazas de harina de castilla
4 cdta. de polvo de hornear Royal
1 cdta. de sal

Calentar el horno a 3500
Engrasar el fondo y los lados de 3 moldes redondos de 9 pulgadas y espolvorear con harina.
Cernir la harina antes de medirla sin darle golpes a la taza. Se miden las 3 tazas y se le añade el polvo de hornear y la sal, y se vuelve a cernir nuevamente.
Batir la mantequilla hasta que esté cremosa y asi se le añade poco a poco el azúcar; luego los huevos enteros, uno por uno, batiendo despues de cada uno. Ya que los huevos esten bien batidos, se le agrega la leche con la vainilla (aqui parece que la mezcla se corta, pero se une despues de añadirle los ingredientes secos.) Se le va agrgando la harina con la sal y el Royal y se baja la velocidad de la batidora para unirlo suavemente; o se hace a mano, envolviendo la harina con el resto de la masa .
Ya todo unido, se vierte en los moldes engrasados y se le hace una hondonada en el centro de la masa para que no suba en el centro al hornearse.
Hornear durante 30 minutos, teniendo cuidado de no abrir el horno hasta pasados los primeros 15 minutos. Se sabe si cocinó bien, cuando al pincharlo con un palillo sale seco.
Se dejan enfriar, se sacan de los moldes y se le pone mermelada de guayaba entre capa y capa.

Tuesday, April 04, 2006

Bienvenidos

Bienvenidos a nuestro espacio cibernetico!

Relatos de una Familia Ejemplar ha sido un proyecto con el proposito de documentar nuestras raices y nuestras tradiciones. Esperamos que les demuestre a las nuevas y futuras generaciones de esta familia de donde vienen, para que les guie el camino hacia donde se dirigen.

Familia, de esta manera, pueden participar y contribuir con nuevos relatos en cualquier momento, sin tener que esperar hasta la Navidades.